El jugador granadino de baloncesto charló con Radio Marca Granada a bordo de un Kia EV6 de ARM Motor y confesó sus ganas de regresar en algún momento a su ciudad
Pablo Aguilar es, quizá, el nombre más conocido del baloncesto granadino en los últimos años. El ala-pívot de nuestra ciudad fue campeón de Europa en 2015 con la selección española (sí, en aquel Eurobasket de los 40 puntos de Gasol a Francia). Además, ha jugado en equipos como Real Madrid, Valencia Basket, Gran Canaria, Tenerife o San Pablo Burgos. Ahora juega en Japón, pero sueña con regresar a Granada para vivir una segunda etapa en la ciudad donde creció.
Aguilar ha atendido en el día de hoy, miércoles 12 de junio, a Radio Marca Granada. Lo ha hecho en la sección «El Entrevistón» del programa Directo Marca Granada. Ahí ha charlado con José Ángel Martos a bordo de un Kia EV6, cortesía de ARM Motor. Su vida en Japón, su rol en el RZ Fukuoka, sus recuerdos del CB Granada y su posible retirada en el Coviran son algunos de los temas sobre los que ha girado la entrevista.
«La japonesa es una liga que está creciendo mucho a todos lo niveles. Cada vez hay más jugadores que terminan allí. Son muchos partidos. Siempre se dice que el jugador quiere jugar más y entrenar menos y es un poco lo que pasa allí. De liga regular son 60 partidos. No tienes mucho tiempo para machacarte y la intención es llegar fresco a los partidos», cuenta Aguilar sobre la liga del país nipón. Además, ve posibilidades de crecimiento: «La liga está creciendo económicamente y también a nivel deportivo. Tienen un proyecto de una liga nueva que quieren crear en dos años y va a ser super competitiva porque los equipos que quieran jugarla tendrán que tener un presupuesto mínimo muy alto, pabellones propios con determinadas características, va a aumentar el número de extranjeros…».
Pablo Aguilar: Japón… ¿Y Granada?
Así pues, el granadino vive feliz en Japón y se toma la aventura como «una experiencia única». Confiesa que está «intentando aprovecharla y exprimirla al máximo para poder vivir y conocer Japón todo lo posible, disfrutar el baloncesto y aprender de la forma de jugar que tienen allí». Eso sí, Pablo Aguilar vive con humildad y tranquilidad su rol en el país del sol naciente: «No creo que sea una estrella. Intento asumir mi rol y hacer lo que tengo que hacer. Juego para ganar y competir. Hago lo que tengo que hacer para que eso pase».
Por muy feliz que esté en Asia, Aguilar reconoce que nunca lo ha sido tanto como en casa. Allá por 2008, el granadino comenzaba una etapa de dos temporadas en el extinto CB Granada. «Si no fueron los dos mejores años de mi carrera, de los mejores sin duda. A nivel deportivo y por estar en casa», confiesa. Los motivos, evidentes: «Era el equipo que yo veía de niño, yo le daba agua a los jugadores en el banquillo con 12 años. Poder jugar en ese equipo que siempre había visto en mi casa y en la grada con mi familia y mis amigos…».
Ahora, con 35 años, el final de la carrera está cada vez más cerca. Y, por supuesto, existe la posibilidad y el sueño de una regreso a casa: «Siempre lo he dicho: sería un gran colofón terminar los dos o tres últimos años de mi carrera en mi casa, con mi familia y mis amigos y retirarme donde todo empezó». Lamentablemente, es complicado que suceda esta próxima temporada: «Este verano no, tengo contrato en Japón y me tengo que quedar allí». Quién sabe si las ganas de regresar puedan cambiar las cosas: «Claro que echo de menos Granada. Es mi casa».