El técnico nazarí atendió a los medios de comunicación en la previa del duelo ante el CD Mirandés
Fran Escribá afrontará mañana su segundo compromiso como entrenador del Granada CF. El preparador valenciano debutó con empate en Burgos, por lo que buscará su primera victoria muy cerca de allí. Anduva, estadio de grato recuerdo para el granadinismo, espera a un Granada CF que necesita empezar a sumar de tres para no descolgarse de la zona alta. No obstante, Escribá ha reconocido no sentirse exigido en el club. «He estado en clubes con exigencia máxima, pero no noto eso a día de hoy. Es un club importante, pero una cosa es la exigencia y otra que haya una tensión añadida. En la ciudad he notado mucho cariño. Tengo muchas ganas de jugar en Los Cármenes. La afición es uno de los grandes activos del club», exponía el técnico.
Cuestionado por la disponibilidad, Escribá no dudó en reconocer las bajas. «Neva y Miguel Rubio no están disponibles. Lucas Boyé y Pablo Insua están bien. Luca Zidane completó ayer su primera sesión. Queda un entrenamiento, por lo que valoraremos con los servicios médicos si vale la pena o le damos una semana más. No queremos que sufra otra recaída».
El Granada CF se mostró más ordenado en El Plantío, situación que alegra a un técnico que está tratando de recuperar el rigor defensivo. «Hemos evolucionado bien en el tema del orden. En Burgos vi al equipo más ordenado. Mariño hizo un buen partido, pero no fue determinante. Tenemos que encontrar ese equilibro entre defender y atacar mejor».
No obstante, el balón parado sigue siendo uno de los lastres de este Granada CF. Hasta siete puntos ha perdido el cuadro nazarí por este tipo de lances, situación en la que está incidiendo Escribá. «Lo que no quiero es que en el vestuario haya algún tipo de psicosis. El vestuario tiene que asumir que esas jugadas se van a producir y tienen que defenderlas fuertes y concentrados», finalizaba el preparador valenciano.